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martes, 17 de abril de 2018

Música vocal profana del Barroco



MÚSICA VOCAL PROFANA DEL BARROCO


MÚSICA VOCAL



 Durante el Barroco los compositores siguen cultivando formas vocales heredadas del Renacimiento, pero ya no presentan las voces superpuestas con igual importancia sino que se destacará la voz superior sobre las demás, que quedarán subordinadas al acompañamiento del canto.

 Esta nueva técnica de  composición conocida como monodia acompañada estará presente tanto en la música vocal como en la instrumental y supone el cambio de una concepción melódica-horizontal (textura contrapuntística) a una concepción acórdica-vertical (textura armónica).

El protagonismo de una melodía superior implica la aparición de una nueva voz grave, que hace de sustento armónico y recibe el nombre de bajo continuo.
El madrigal es una de las formas más representativas de este cambio estilístico, que será definitivamente asumido a partir del Libro V de madrigales de Claudio Monteverdi, publicado en 1605.

ÓPERA

EL NACIMIENTO DE LA ÓPERA

La ópera surge en el círculo cultural del Conde Bardi en Florencia. La conocida como "Camerata Fiorentina", que reunía a nobles, sabios, filósofos, poetas y músicos, en su intento de resucitar el teatro clásico griego, será el punto de partida del género operístico, que asumirá plenamente la monodia acompañada.
La utilización de la monodia acompañada facilitará el principal objetivo de la ópera: que la música pueda subrayar y reforzar la expresión de la palabra. Así el requisito indispensable de la ópera será la inteligibilidad del texto.
La primera ópera conservada es la Eurídice de Jacopo Peri, a la que seguiría otra con el mismo título compuesta por Giulio Caccin

La ópera, y en este caso la ópera barroca, en sus inicios era una actividad protegida por la aristocracia y la nobleza, pero ésta también era inestable, y los que ostentaban el poder lo podían perder fácilmente, así pues la ópera barroca pasó de los palacios a los teatros que crearon los empresarios. Este hecho tuvo una gran importancia a la hora de definir el estilo de las óperas barrocas.
Otra característica de la ópera barroca es la aparición de personajes bufos o cómicos, que solían ser criadas o vividores, que muchas veces eran travestidos, lo que añadía mayor comedia a la obra.
En la ópera barroca, lo de menos era el realismo, lo que era importante es que fuera sorprendente, espectacular y recargada, y así debía ser también el canto. Cuanto más ornamentado fuera, mejor: las coloraturas que se encuentran en muchas óperas barrocas también refuerzan la característica de inestabilidad que comentábamos anteriormente.

En la ópera se pueden distinguir las siguientes partes:

OBERTURA: Es la parte inicial de una ópera. Es instrumental. Normalmente es breve y sirve como introducción al espectáculo. La música comienza con el telón cerrado, que se abre en el transcurso de la obertura para que los espectadores tengan su toma de contacto con el escenario.
RECITATIVOS: Son partes cantadas por solistas en las que se desarrolla la acción. Para que esto sea posible se debe realizar con un texto casi declamado y sin adornos. Existen dos tipos de recitativo: Secco ( acompañamiento sólo de bajo continuo) o Acompagnato (con acompañamiento de orquesta).
ARIAS: Son las partes más importantes y más vistosas de la ópera. Realizadas por solistas; ahora la acción se para y el cantante expresa sus sentimientos por medio del lucimiento de su voz. Es el máximo exponente de la monodía acompañada.
COROS: Son fragmentos en los que canta un numeroso grupo de personajes.
INTERLUDIOS: Partes instrumentales que se intercalan entre todos los fragmentos anteriores. También se denominaron “ritornellos”.
Además de estos apartados, en la ópera también puede haber dúos, tríos,…

En la ópera participaban muchos personajes: los músicos de la orquesta, los cantantes del coro, extras que no cantaban,… Entre los personajes que más sobresalían en las óperas figuran los castrati.
Compositores y artistas de la ópera barroca
• Claudio Monteverdi (Mayo de 1567 - Venecia, 29 de noviembre de 1643) fue un compositor, gambista y cantante italiano. Marcó la transición entre la tradición polifónica y madrigalista del siglo XVI y el nacimiento del drama lírico y de la ópera en el siglo XVII. Es la figura más importante en la transición entre la música del Renacimiento y del Barroco. en 1607 se estrenó Orfeo, favola in música, su primer drama musical, considerado la primera ópera de la historia, como la entendemos hoy día. Su siguiente ópera Arianna (1608), cuya música se ha perdido, excepto el famoso "Lamento", consolidó su fama. En 1613 fue maestro de coro y director de la catedral de San Marcos de Venecia. Para inaugurar el primer teatro de esta ciudad, compuso más óperas. En 1637 compuso una nueva serie de óperas, de las cuales sólo conocemos Il ritorno d'Ulisse in patria (1641) y L'incoronazione di Poppea (1642).
De este modo fue como los castrati se convirtieron en las máximas estrellas representativas de la ópera barroca, por su facilidad para hacer toda clase de coloraturas y exhibiciones vocales, de tal modo que eran ellos los que ostentaron el mayor poder, imponiendo su voluntad a los mismos compositores. Este divismo de los castrati fue una de las causas de que en la ópera barroca hubiera cada vez menos números de conjunto, e incluso dúos, ya que ellos no querían mezclar sus voces con las de otros intérpretes.
En la ópera barroca, aparece también la escenografía, que al principio era inexistente. Se tenía que poder pasar de una escena que sucedía, por ejemplo, en un palacio a otra que tenía lugar en los infiernos, así se crearon las primeras tramoyas, algo que maravillaba al público.
Esta es en resumen, la primera etapa de la ópera, que como veremos en capítulos sucesivos iba a sufrir importantes cambios en etapas posteriores, enriqueciendo las orquestaciones, el canto y los argumentos.
• Jean Baptiste Lully (Florencia, 28 de noviembre de 1632-París, 22 de marzo de 1687): fue un compositor, instrumentista y bailarín francés de origen italiano, creador de la ópera francesa que consistía en una compleja puesta en escena que incorporaba ópera con estética francesa, además de ballet y profundos textos literarios a los que bautizó como "Tragedias musicales". Apoyado por Luis XIV, llegó a ser compositor de cámara y finalmente Superintendente de la Música de Su Majestad. Sus óperas estaban basadas en las tragedias clásicas de sus contemporáneos. Excepto en Psique (1678), Belerofonte (1679) y Acis y Galatea (1686), su libretista fue el poeta Philippe Quinault. Desde el punto de vista musical, sus óperas son solemnes y majestuosas, con un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones de la lengua francesa. Sus elaborados espectáculos de danza y los coros de gran majestuosidad tienen su raíz en el ballet de cour (ballet cortesano). Las óperas de Lully contrastan con el estilo italiano de ópera de la época, en donde se daba prioridad al lucimiento del cantante. Entre sus obras cabe citar Perseo (1682), Amadís de Gaula (1684) y la ya mencionada Acis y Galatea.





ÓPERAS BARROCAS

La ópera bufa.
 A partir de principios del siglo XVIII la ópera cómica toma más fuerza como género independiente (las escenas cómicas venían introduciéndose dentro de la ópera seria casi desde principios del siglo XVII). La monotonía, pesadez y artificiosodad de las exageraciones vocales de la ópera napolitana provoca como lógica reacción el cultivo por parte de compositores como Pergolessi (la serva padrona), Galuppi, Cimarosa (el matrimonio secreto), Piccini, Pasiello, etc. de unas obritas cortas, llenas de gracia, viveza, espontaneidad y sentido del humor, basadas en melodías populares en contraposición a las pesadas arias dramáticas y con un mayor papel del coro, especialmente en los finales que reunían a todos los personajes.
Características:

– Musicalmente es más sencilla

– Los protagonistas no son dioses, sino personas de la clase media que critican a la aristocracia.

–  Su cualidad más importante es la naturalidad. Los argumentos son extraídos de la vida cotidiana y por lo tanto fáciles de entender (muchas veces son una crítica a la aristocracia).

–   Se realiza con gran economía de medios: pocos personajes, pequeña orquesta y ausencia de coro.

–   Usa elementos de carácter folclórico.

–   Se distingue por frases musicales muy cortas, frecuentes repeticiones y abundantes cadencias.

–   Es fundamental y novedosa la importancia y el empleo que se hace de la voz de bajo, denominada bajo bufo.

 La primera ópera de este tipo fue escrita por un autor italiano llamado G.B. Pergolesi, titulada “La Serva Padrona” en 1733.




Ópera seria.
Es un término musical español que remite al estilo noble y "serio" de la ópera italiana que predominaba en Europa aproximadamente entre los años 1720 y 1770. El único rival popular de la opera seria era la opera bufa, el subgénero cómico sobre el cual la comedia del arte y su tendencia a la improvisación ejercieron una gran influencia.
La opera seria italiana (que siempre contaba con libretos en lengua italiana) se componía no sólo en Italia, sino también en la Austria de los Habsburgo, Dresde y otros estados alemanes, Inglaterra y España, entre otros. Sólo Francia desarrolló su propia tradición operística.
La opera seria se basa en las convenciones del dramma per musica ("el drama a través de la música") de la época barroca, haciendo uso del modelo de aria da capo, con su forma A-B-A. En la primera parte se expone el tema principal; en la segunda, un tema secundario; y la tercera presenta una repetición del tema principal con variaciones en la parte cantada.
Características:

–  Tiene un lenguaje armónico muy rico y variado.

–   Se basa en escritores clásicos griegos o romanos. Es decir, presenta temas de carácter mitológico.

–   Consta de tres actos (llegaría hasta 5), que son una sucesión de recitativos y arias. La acción se desarrolla en el recitativo (muchas veces en forma de diálogo entre personajes), y los sentimientos y emociones se expresaban en el aria. El aria es la gran protagonista de la ópera.

–   Puede haber dúos, se emplean pocos conjuntos y raramente coros.

–  La orquesta, salvo en la obertura, no tiene gran protagonismo. Los recitativos normales se hacen sólo con el clave y, quizás, un bajo sostenedor con una viola o violonchelo; en situaciones dramáticas más importantes, se les añade la orquesta.

El aria da capo : la gran protagonista de la ópera y, por supuesto, es el reino del cantor, lo que da origen al mundo del castrado, que vive en estos momentos su “Edad de Oro”.

El aria da capo tiene un esquema tripartito : ABA´. Se llama da capo por la costumbre de poner después de la sección B las palabras da capo, para indicar la vuelta al comienzo.

El texto tiene dos estrofas, la primera corresponde a A, la segunda a B. En el da capo se repite A pero con decoraciones o coloraturas añadidas y largas cadencias.

Autores de óperas serias:  destaca Georg Friedrich Händel (1685-1759), quien antes de dedicarse al oratorio compone, entre 1711 y 1740, óperas acomodadas al gusto aristocrático, como Alcina y Julio César entre otras. Otros autores también destacados son Nicola Pórpora y Johann Hasse.



   



LOS CASTRATI (LA VOZ DE LOS DIOSES)




Los castrati, en singular, «castrato», eran hombres capaces de cantar con una tonalidad de voz muy aguda. Tanta, que causaron furor durante el Barroco, época en la que llegaron a convertirse en el equivalente a las actuales estrellas musicales. Sin embargo, tal y como desvela el autor del blog «Ciudad PC», la historia que se esconde tras estos hombres con voz de mujer es mucho más triste y oscura.
A diferencia de lo que ocurre con los contratenores actuales, que consiguen su tono de voz de forma natural, ejercitando sólo una parte de sus cuerdas vocales, los castrati, alcanzaban su tesitura mediante una intervención quirúrgica.
Como el propio nombre de estos cantantes indica, esa operación consistía en la amputación de los testículos, con el fin de que no pudiesen producir hormonas sexuales masculinas, responsables de la muda vocal que se opera en la adolescencia. Por ello, la intervención solía realizarse entre los 8 y los 12 años de edad.
Hay que señalar que en sentido estricto, no era una castración de todo el aparato genital. Así, había quienes aseguraban que aquellos castrati que conseguían desarrollar un pene adulto —generalmente por haber sido sometidos a la intervención después de los diez años— eran los mejores amantes del mundo.
El resultado de esa poco ética intervención quirúrgica era una espectacular voz que mezclaba el colorido tímbrico masculino y femenino. Poseía la potencia propia de un hombre y, a la vez, tenía una gran ligereza y capacidad para hacer agudos portentosos como una mujer. Esta voz híbrida era considerada celestial por el público de la época, entre el que causaba furor.
La castración de seres humanos nunca estuvo formalmente permitida, pero se toleraba y generalmente era enmascarada con supuestos accidentes o enfermedades que la justificaban. Con el fin del Barroco y la incorporación de las mujeres a la escena musical, las voces de los castrati desaparecieron de los escenarios, aunque siguieron vivos en los coros eclesiásticos hasta bien entrado el siglo XIX. Alesandro Moreschi, el último castrato conocido falleció en 1922. Aquí pueden escuchar cómo era su voz.
En la actualidad, su papel es asumido por los contratenores, que logran agudizar su voz con una técnica depurada, en lugar de recurrir a prácticas aberrantes.



Los castrati, los mejores amantes de todos los tiempos y estrellas cotizadas por reyes

Para las mujeres de la alta sociedad europea, los castratis eran un icono sexual. Anécdotas e historias sobre su contracepción y mayor resistencia decían que estos podían centrarse por completo en el deseo de la mujer -que poco importaba para muchos hombres de la época-. El famoso catastro Consolino, sacó buen provecho de sus delicados rasgos femeninos en Londres. Acudía a las citas disfrazado con vestido, y después mantenía una apasionada aventura ante las propias narices del marido.  La iglesia prohibió que los castratis contrajeran matrimonio, lo que avivó las llamas del deseo y lo prohibido.
Entre los castrati más famosos destacaron Nicolini, Senesino, Caffarrelli, Salimbeni, entre otros. Pero el más famoso de todos fue Carlo Broschi -conocido popularmente como Farinelli-, cuya vida fue recreada en la famosa película de 1994 que lleva su nombre. Su castración, según versiones oficiales, se debió a que cuando era niño sufrió un accidente con un caballo. Se convertiría en leyenda gracias a la increíble voz que adquirió durante sus largos años de aprendizaje, bajo la instrucción de Nicola Porpora. Todo el mundo se agolpaba para verle, no solo en Italia -donde sería conocido como il ragazzo o el muchacho-, sino también en Viena, Londres y España, donde acabó residiendo 25 años bajo el mandato del rey Felipe V, al que cantaba todas las noches para curarle de la fuerte depresión que sufría